Trump cancela reunión con demócratas: "Son demandas absurdas e irrisorias"

Esta decisión representa su postura, al preferir evitar la mesa de negociaciones antes que ceder a lo que considera un chantaje político

Congreso23/09/2025Lisbeth PinerosLisbeth Pineros

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El presidente Donald Trump anunció que no se reunirá con los líderes demócratas del Congreso para negociar un acuerdo presupuestario, argumentando que sus demandas son "absurdas e irrisorias".

En un mensaje contundente en su red Truth Social, Trump señaló que las exigencias de la minoría de "extrema izquierda" son inaceptables y no reflejan la voluntad del pueblo estadounidense. Esta decisión, aunque no estaba oficialmente en la agenda, representa una firme postura del presidente, que prefiere evitar la mesa de negociaciones antes que ceder ante lo que él considera un chantaje político.

Según el mandatario, los demócratas están dispuestos a paralizar el Gobierno si no se aprueba un presupuesto que incluye más de un billón de dólares en nuevos gastos. Trump ve esto como un intento de desmantelar los logros de su Administración, como la gran ley de recortes fiscales, y de forzar la aprobación de medidas de gasto que no cuentan con apoyo público. Esta confrontación sobre el presupuesto no es solo una disputa fiscal, sino un choque entre dos visiones opuestas de cómo debe funcionar la economía y el gobierno.

El presidente fue más allá de los números y desglosó las políticas que, a su parecer, la bancada demócrata intenta imponer. Acusó a sus oponentes de buscar "altos impuestos, fronteras abiertas, impunidad para los delincuentes violentos" y financiar la participación de hombres en deportes femeninos, entre otros. Con este listado, Trump enmarcó el debate presupuestario no como un simple desacuerdo sobre cifras, sino como una batalla ideológica fundamental por el futuro de la nación, donde los principios conservadores se oponen al activismo de la izquierda.

La renuncia de Trump a reunirse, combinada con el receso del Congreso, aumenta la posibilidad de un cierre parcial del Gobierno Federal a partir del 1 de octubre. Sin embargo, en el relato del presidente, la culpa de esta situación recae por completo en los demócratas y sus intransigentes demandas de extrema izquierda. Para él, un líder firme no puede ceder ante la presión de un partido que amenaza con "cerrar" el país para imponer una agenda que el electorado no ha respaldado.

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