Senado rompe bloqueo y avanza a la reapertura del Gobierno tras 40 días de cierre histórico

Impulsado por republicanos y respaldado por legisladores moderados, el pacto tiene el compromiso de votar en diciembre una posible extensión del Obamacare

Congreso10/11/2025Lisbeth PinerosLisbeth Pineros

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El Senado de Estados Unidos logró este viernes dar el primer paso para poner fin al cierre de Gobierno más largo en la historia del país, al aprobar por 60 votos el procedimiento que permite avanzar hacia un proyecto de ley para reabrir temporalmente las agencias federales.

Ocho senadores de la oposición —siete demócratas y un independiente— rompieron filas con su partido para respaldar el acuerdo, que extiende el presupuesto hasta el 30 de enero y garantiza el pago retroactivo a los más de 650.000 funcionarios federales que llevan 40 días sin sueldo.

El pacto fue impulsado por la bancada republicana y respaldado por legisladores moderados de ambos partidos, con el compromiso de votar en diciembre una posible extensión de los subsidios de la Ley de Cuidado Asequible (Obamacare). De esta manera, se consiguió destrabar un conflicto que paralizaba no solo la administración pública, sino también el transporte aéreo, la asistencia alimentaria y otros servicios esenciales. Los negociadores destacaron que, aunque el acuerdo no resuelve todos los temas pendientes, representa una salida responsable ante el daño económico creciente.

Sin embargo, el líder demócrata Chuck Schumer y varios senadores progresistas, entre ellos Elizabeth Warren, rechazaron el pacto. Schumer acusó al presidente Donald Trump de haber “tomado como rehenes” a los estadounidenses afectados por la paralización, mientras Warren calificó el acuerdo de “gran error”. En contraste, legisladores demócratas moderados como Jeanne Shaheen defendieron su voto favorable, asegurando que “esperar un mes más no iba a mejorar el resultado” y que lo urgente era reabrir el Gobierno y garantizar los servicios básicos.

Desde una óptica conservadora, el voto bipartidista representa una victoria pragmática para la Administración Trump y los republicanos en el Senado, que mantuvieron su posición frente a la presión demócrata por vincular la reapertura con la ampliación inmediata de Obamacare. La decisión de los senadores demócratas que se apartaron de la línea del partido refleja un reconocimiento de la realidad política: que la prioridad nacional es reactivar el Gobierno y restaurar la confianza ciudadana en sus instituciones. El cierre, que amenazaba con dañar la economía y la seguridad, podría finalmente llegar a su fin gracias a la determinación de avanzar sin concesiones ideológicas.

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